La República Dominicana avanza en su compromiso con la sostenibilidad energética. Recientemente, expertos y autoridades han planteado la posibilidad de convertir la Central Termoeléctrica Punta Catalina en una planta que funcione completamente con energías renovables. Esta propuesta surge en medio de un contexto global donde la transición hacia fuentes de energía limpia es cada vez más urgente para combatir el cambio climático.
Punta Catalina, que actualmente opera con carbón, ha sido objeto de críticas debido a su impacto ambiental. Sin embargo, al proponer su transformación a una planta 100% renovable, se busca no solo mitigar su huella ecológica, sino también posicionar a la República Dominicana como un referente regional en la adopción de tecnologías limpias.
La conversión incluiría la implementación de tecnologías de última generación, como paneles solares y turbinas eólicas, además de sistemas de almacenamiento de energía para garantizar un suministro constante. Según especialistas, este cambio no solo contribuiría a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también tendría beneficios económicos al disminuir la dependencia del país en combustibles fósiles importados.
El plan aún está en etapas de discusión, y su implementación requeriría una inversión significativa, así como la colaboración de actores públicos y privados. No obstante, el impacto a largo plazo promete ser positivo, tanto para el medio ambiente como para la economía dominicana.
Además, esta iniciativa se alinea con los objetivos establecidos en la Ley de Energías Renovables y el compromiso del país con el Acuerdo de París, que busca reducir las emisiones globales de carbono. Los promotores de esta idea consideran que Punta Catalina puede convertirse en un símbolo de la transición energética de la nación y en un proyecto emblemático de sostenibilidad.